Cómo diseñar productos centrados en el ser humano

El proceso de diseño de productos centrado en el ser humano es una pieza esencial de la estrategia de gestión de productos de cualquier empresa. Al diseñar productos, ya sean programas informáticos u objetos físicos, lo primero son las personas. Como tal, el proceso de diseño centrado en el ser humano trata de identificar y superar los retos que, de otro modo, podrían inhibir el éxito del desarrollo del producto. Los humanos somos falibles e impredecibles, pero juntos somos increíblemente adaptables. Si somos capaces de comprender nuestras respuestas a diversos estímulos y aprender a responder de nuevas maneras, nuestros productos también podrán hacerlo. En esta entrada del blog, aprenderá las cinco P del diseño centrado en el ser humano para ayudarle a orientar sus decisiones sobre productos:

Las personas son el producto

Para aprovechar al máximo el tiempo, la atención y el dinero de los usuarios, el diseño de un producto debe tener en cuenta los deseos y necesidades de su público. Los mejores diseños incorporan a las personas. Estos diseños permiten a las personas interactuar con el producto y manipularlo de formas nuevas y creativas. El diseño centrado en el ser humano reconoce que las personas son el producto y que el producto es una representación de los valores de la empresa. El diseño humano sienta las bases para reforzar la fidelidad a la marca, aumentar las tasas de conversión y atraer a nuevos usuarios.

Las personas y sus necesidades son lo primero

Los seguidores y entusiastas de los principios de desarrollo de productos a menudo pueden dejarse llevar por la idea de que las necesidades de la audiencia del producto son lo primero. En algunos casos puede ser cierto, pero la mayoría de las veces no lo es. Las necesidades y deseos del público del producto deben ser la línea de base a partir de la cual fluya el diseño del producto. Si el diseño del producto hace hincapié en las necesidades del público, el producto podrá satisfacerlas con facilidad. En algunos casos, esto está relacionado con el hecho de que el público quiere una determinada cosa y, por lo tanto, el producto también debe contar con esa característica.

Priorizar al usuario

Lo más probable es que los equipos de producto estén interesados en satisfacer las necesidades de la mayor audiencia posible. Esto está bien siempre y cuando los beneficios de la función superen el coste de implementación. Estos costes pueden incluir la realización de un cambio en el código del producto que podría afectar a la mayoría de los usuarios, pero se justifica si el beneficio es lo suficientemente alto como para compensar el coste. Es importante que los equipos den prioridad a las necesidades y deseos de sus usuarios, ya que no hacerlo podría provocar frustración, productos de mala calidad e incluso clientes frustrados. Como propietario del producto, debes asegurarte de que tus prioridades están en consonancia con los valores de tu organización. Si el objetivo es crear un gran producto que satisfaga las necesidades del mayor número posible de personas, eso es lo que se conseguirá.

Sencillo y fácil de usar

Como usuario, es posible que no note ninguna diferencia entre los productos de software y hardware que utilizan las mismas tecnologías. Sin embargo, eso no significa que esos productos sean fáciles de usar. De hecho, los productos complejos y difíciles de usar tienden a obtener un menor índice de conversión, conservan valoraciones más bajas de los usuarios y, en última instancia, son descartados por sus usuarios. Para que un producto tenga éxito debe ser sencillo y fácil de usar. Por eso, el diseño centrado en el usuario implica centrarse en los deseos y necesidades del usuario, así como en sus retos, a la hora de diseñar un producto. También por eso es esencial contar con procesos claros y diferenciados de incorporación del usuario, así como un diseño de producto fácil de usar.

Útil en varios contextos

A la hora de decidir cómo utilizar su producto, lo más importante es entender el contexto en el que se utiliza. Esta es la base de cualquier tipo de diseño centrado en el ser humano. Para los equipos de producto es especialmente importante comprender el contexto de sus productos, así como el contexto en el que se utilizan. De este modo, los equipos pueden crear diseños centrados en el usuario que aprovechen y prioricen las necesidades y deseos de la audiencia, así como superar los obstáculos que puedan surgir durante el uso. Como propietario de un producto, a menudo se encontrará con que su producto se utiliza en diversos contextos. Puede utilizarse en una tienda, en casa de un cliente, en el trabajo, etc. Si el producto no se utiliza de una forma que tenga sentido para él, o no se tiene en cuenta el contexto, no hay ninguna posibilidad de que tenga éxito.

Conclusión

Por muy inteligente o bienintencionado que sea tu equipo, siempre cometerá errores a la hora de diseñar productos. El diseño centrado en el ser humano trata de identificar y superar los retos que, de otro modo, podrían inhibir el éxito del desarrollo de un producto. La siguiente entrada del blog aborda algunos de los factores más importantes que los equipos de producto deben tener en cuenta a la hora de diseñar un producto.

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